Lean o Six Sigma: ¿qué es mejor para tu negocio?
Estás dándole vueltas: Lean o Six Sigma. Quieres implantar un método de mejora en tu negocio. Es algo que sabes que será favorable, pero…
¿Lean o Six Sigma?
Seguro que ya habrás leído cantidad de información al respecto, pero no acabas de verlo claro porque no sabes aún qué método es el más adecuado para tu empresa. Bien, pues sigue leyendo 😉 El objetivo del post de hoy es ayudarte a decidir cuál de los dos métodos encaja más con tu negocio.
Lean y Six Sigma: los dos son buenos, sí
En los últimos post del blog hemos hablado de Lean y de SixSigma como métodos de mejora de calidad en las empresas. Los dos métodos persiguen un objetivo común: ganar más dinero para las empresas. Pero cada uno lo enfoca desde una perspectiva diferente. Por si no recuerdas en qué consiste cada uno, aquí va un pequeño resumen: LEAN Está basado en el Método de Producción Toyota. Lean es un modo de pensar, más que un método de calidad. Se centra siempre en el valor para el cliente final y en conseguir que ese valor llegue al cliente sin mudas (palabra japonesa que significa desperdicio). El muda es el mayor enemigo de Lean. SIX SIGMA Método de calidad popularizado por General Electric, basado en calcular el número de defectos por millón de oportunidades de nuestro producto o servicio. Con la reducción de defectos, se aumentan los beneficios invirtiendo los mismos recursos..
Criterios para decidir
Lo primero es lo primero: analiza tu situación actual. Es recomendable que tengas en cuenta estos criterios a la hora de elegir uno de los dos métodos: ¿Tienes tiempo? Un proyecto de mejora bien llevado requiere tiempo y esfuerzo. Si solo quieres resultados pero no tienes tiempo para dedicarte, no vas a mejorar. Aunque contrates al consultor más experto del país, si no le dedicas horas conseguirás algunas mejoras, pero en el fondo todo seguirá igual. ¿Tienes el apoyo de tu equipo? Cambiar de mentalidad es más complejo que formarse en ciertas técnicas de análisis. Nivel de madurez de tu negocio Ponerte a mejorar tu negocio en su segundo año de existencia es muy diferente a hacerlo después del 50 aniversario. Las rutinas internas son más flexibles en los inicios, pero el nivel de información disponible es mejor después de medio siglo. Cantidad de producción Si eres una empresa de servicios a medida que realiza 3 proyectos al año, es posible que los métodos enfocados a la gran producción no te encajen. Por el contrario, si distribuyes consumibles de impresora, los métodos enfocados al gran volumen hablarán tu idioma.
¿Dónde encaja Six Sigma?
En las empresas de fabricación de gran tamaño, con más de 10 años de existencia, con equipos altamente implicados en la mejora y que pueda dedicar presupuesto a este método. ¿Por qué? Six Sigma funciona cuando dispones de muchos datos para los cálculos. Si no tienes datos no te da resultados fiables, así que en aquellas empresas donde se producen gran cantidad de productos, es donde mejor funciona. Además, Six Sigma es una marca registrada con formadores certificados, de modo que el coste y la duración del proyecto de mejora se eleva. Un proyecto medio de Six Sigma dura entre 3 y 4 meses, de modo que la implicación para el equipo es alta y requiere de mucha motivación para el cambio y una conciencia alta por parte de todos los participantes.
¿Dónde encaja Lean?
En empresas de servicios personalizados o a medida de reciente creación o con menos de 5 años, con equipos reticentes al cambio o sin experiencia con métodos de calidad. ¿Por qué? Porque Lean se basa en el análisis de los procesos y del flujo de valor, de modo que se puede aplicar a las empresas que fabrican poca cantidad, a las empresas de servicios personalizados o incluso a proyectos que no hayan vendido nada aún. Lean es bueno para convencer a equipos reticentes por dos motivos: 1] Porque no requiere de grandes inversiones. Puedes llevar a cabo un kaizen con ayuda de un consultor, pero la puesta en marcha de las mejoras depende de ti mismo. 2] Porque Lean implica a todo el mundo de tu empresa y produce resultados rápidos. Algunos de esos resultados son espectaculares, de modo que te ayuda a convencer a los reticentes que pasar dos días en una sala de reuniones sí sirve para algo.
La tercera vía: Lean Six Sigma
No todo es blanco o negro, es posible que tu negocio no se incluya de manera clara en ninguno de los dos tipos de empresa de más arriba. Les pasa a muchos, de modo que Six Sigma como organización empresarial se leanizó para poder encajar en más empresas. Lean Six Sigma es la mezcla de la agilidad de Lean con la rigurosidad de Six Sigma, algo así como si mezclas aceite y vinagre: puestos uno al lado del otro no son compatibles, pero si los mezclas, obtienes una deliciosa vinagreta. Lean Six Sigma es un buen condimento para muchos platos, pero no ataca al cambio mental profundo que defiende Lean, ni te proporciona la exactitud de Six Sigma.
Aviso a navegantes en proyectos de mejora
Un proyecto de mejora, uses el método que uses, se centra en analizar el pasado y diseccionarlo hasta encontrar la causa verdadera del error, aquello que se puede cambiar para tener un impacto en el resultado final. En este entorno, debes aparcar tu ego. Los grandes egos salen maltrechos de los proyectos de mejora. Debes entrar en el proceso con ganas de ver tus errores y evitarlos en el futuro. Si no te apetece cambiar de manera radical o aceptar tus errores, no hay consultor que logre resultados: invierte tu dinero en otras áreas. Te dará mejor resultado que en un proyecto de mejora. Dime, ¿conocías esta tercera vía? ¿estás pensando en implantar un método de mejora? Cuéntamelo en lo comentarios 🙂
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