Trucos para una mayor eficiencia energética en el trabajo
Hay muchos factores a tener en cuenta a la hora de realizar nuestro trabajo. Algunos son factores evidentes que todo el mundo tiene en mente, pero otros son, quizá no tan visibles, quizá no tan recordados, pero igualmente importantes. Uno de ellos es el concepto de la eficiencia energética en el trabajo. Y es bueno aplicarla porque no solamente nos va a permitir tener un reconocimiento, y por tanto un enriquecimiento como marca (podemos conseguir calificaciones como la ISO 50001), sino que también significará, entre otras cosas, una importante reducción en la factura energética.
Algunos trucos básicos que se pueden aplicar fácilmente en el lugar de trabajo y que permitirán un notorio ahorro energético son:
- Abrir las ventanas y dejar que pase el aire cuando haga calor (por ejemplo, si entra el sol) y el aire de fuera sea agradablemente más fresco.
- Cerrar las ventanas cuando en la calle haga mucho calor o frío. Parece evidente, pero para mucha gente existe cierta manía en “dejar que entre el aire”. Sí que es cierto que es bueno ventilar, pero debemos saber que, a lo sumo, en 15 minutos podemos ventilar un espacio por grande que sea. En verano, ventilaremos a primera hora de la mañana, porque el aire exterior aún es fresco, y en invierno lo haremos a pleno mediodía o primera hora de la tarde, cuando el frío es más soportable.
- Siempre que nos sea posible, y esto parecerá una perogrullada, debemos ir vestidos de acuerdo con la temperatura exterior y también la temperatura interior de nuestro espacio de trabajo. Decía que parecerá una perogrullada, pero a lo largo de mi vida profesional he visto de todo, lo garantizo.
- Encender únicamente las luces necesarias, y apagarlas tan pronto dejen de ser útiles o dejemos nuestro puesto de trabajo.
- Renovar todos los puntos de luz por leds de bajo consumo.
- Apagar el monitor de nuestro ordenador tan pronto no lo estemos usando. Por breve que sea el tiempo, a nuestra pantalla no le va a pasar nada y siempre debemos recordar que es precisamente el monitor quien se lleva la mayor parte del consumo eléctrico de un ordenador.
- Dejar equipos como impresoras, trituradoras o faxes en suspensión, por lo menos, cuando sepamos que por un tiempo razonable no vamos a usarlos.
- Por último, y siempre que nos sea posible, amén de apagar todos los equipos electrónicos cuando acabe nuestra jornada de trabajo, deberíamos desconectarlos. Sí, desenchufarlos de la toma de corriente. Según algunos estudios, esto puede llegar a suponer un ahorro del 50% en la factura eléctrica. Una auténtica sorpresa, sin duda, aunque es difícil de llevar a cabo: ¿quién se entretiene desenchufando todos los equipos eléctricos del trabajo o incluso del hogar? Bueno, pues debemos saber que, en este caso, el esfuerzo sí tiene recompensa.
Por último, añadir un argumento básico para aplicar este tipo de medidas en nuestro trabajo: el respeto al medio ambiente. Sin un planeta y unos recursos para poder vivir y trabajar, nuestro futuro, y también el de nuestro negocio, están condenados a acabarse.
“Una sociedad crece bien cuando las personas plantan árboles cuya sombra saben que nunca disfrutarán”. Proverbio griego.
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