Ergonomía en el puesto de trabajo
Todos, absolutamente todos, nos planteamos a diario múltiples cuestiones sobre nuestro trabajo, y algunas de las mismas suponen más de un dolor de cabeza. Pero, curiosamente, hay algo de lo que prácticamente nadie se preocupa y, precisamente, es de las pocas cosas que nos afectan a todos por igual en nuestro trabajo, sea de la índole que sea. Nos referimos a la ergonomía. Cuando hablamos de preocuparnos por la ergonomía nos referimos a conseguir que nuestro puesto de trabajo esté lo más adaptado posible a las necesidades y características tanto de nuestra labor como de nosotros mismos como seres humanos. Esto engloba elementos como una buena postura en el ejercicio de nuestro trabajo, una silla y mesa adecuadas si trabajamos en una oficina, iluminación adecuada, etcétera. Ante todo, y al respecto de lo mal o bien que estamos llevando a cabo la ergonomía en nuestro empleo, debemos evaluar en qué situación nos encontramos, y cuáles son los factores por los que podemos estar poniendo a prueba nuestro cuerpo a diario. Evidentemente, no es lo mismo cargar cajas en un almacén que entrar facturas sentados en una silla frente a un ordenador, pero tanto en un caso como en otro debemos tener cuidado para que nuestro trabajo no acabe dañando nuestra salud física.
Una vez tenemos claro por donde fallamos, lo que debemos hacer es concretar una serie de buenas prácticas ergonómicas a seguir, principalmente por nuestro bien. Algunas de ellas son:- Iluminación del puesto de trabajo: debe ser suficientemente potente para que podamos ver nuestra herramientas de trabajo (especialmente importante poder visualizar correctamente las pantallas de ordenador), aunque sin excederse ya que una sobrecarga lumínica nos agota mentalmente y daña nuestra visión. Siempre que no nos moleste, es preferible la iluminación natural.
- Ambiente acústico: si trabajamos en ambientes ruidosos, debemos utilizar cascos homologados siempre que sea necesario. Si no llegamos a tal extremo de ruido, pero estamos acostumbrados a trabajar en ambientes con música alta (algunas oficinas a menudo parecen discotecas), lo primero sería intentar reducir el volumen de la misma.
- Espacio de trabajo: evidentemente, debe estar adecuado a las actividades que en él se realicen. Debe permitir la comunicación y el trabajo en equipo, pero a su vez debe dar cierta intimidad. Y, obvio también, es necesario que esté limpio y ordenado, porque a menudo preferimos una mala postura a cambiar un paquete de sitio (de un sitio donde no debería estar), y a la postre este tipo de elecciones salen caras.
- Tener posturas adecuadas: si estamos sentados en la mayor parte de horas de nuestra jornada laboral, debemos sentarnos a una distancia razonable de la mesa, con la cabeza recta y que podamos estirar las piernas. Si trabajamos con un ordenador, la pantalla debe estar a unos 60 centímetros de nuestros ojos, y el teclado nunca al borde de la mesa, para que nuestros brazos reposen en ella.
- Ángulo de confort: es un elemento a tener muy en cuenta, y podríamos simplificarlo en la necesidad de que todos los elementos que vayamos a utilizar en nuestro día laboral se encuentren dentro del alcance de nuestros brazos, sin movernos de la silla o puesto fijo en donde trabajemos, y que estén, obviamente, bien ordenados y no uno encima de otro. Esto evitará posturas forzadas y dañinas para nuestra espalda.
En definitiva, para que nuestro trabajo dé buenos resultados, es importante que cuidemos nuestra primera herramienta laboral: nuestro propio organismo. Porque si nos falla, sin él estamos perdidos, por fantásticos profesionales que podamos ser.
“La salud no lo es todo pero sin ella, todo lo demás es nada.” Schopenhauer
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Es cierto, la cuclirar 1/2012, obvia por completo el tratamiento presupuestario del mecanismo de pago a proveedores y como de costumbre atribuye la me1xima importancia a los registros contables. Pero la cuestif3n de la futura modificacif3n de cre9ditos, estriba en saber si al ser un procedimiento extraordinario, no es necesaria la aprobacif3n en te9rminos legales de la modificacif3n de cre9dito, puesto que, bfcual es el sentido de haber aprobado un pre9stamo, si no es para la realizacif3n de mayores gastos?