Balance de apertura
Un balance de apertura es el documento mediante el cual se muestra la situación patrimonial y financiera con la que arranca e inicia su andadura una empresa en cada ejercicio. Es decir, el cómo está financieramente y en cuestión de patrimonio una compañía cuando empieza el ejercicio – año fiscal.
Este documento – balance traerá consigo, si la empresa continúa su actividad y está en funcionamiento, los datos del cierre contable del ejercicio anterior para suponer el punto de inicio del nuevo.
Supone fijar la situación de partida para establecer con qué se cuenta para la actividad que viene.
Si la empresa es de nueva creación, su balance de apertura coincidirá en fecha con la de inicio de actividad de la compañía. El monto del balance en activo y patrimonio será el inicial de la misma con la que se ha dado de alta:
- Capital social desembolsado o no desembolsado.
- Las aportaciones pendientes que tengan los socios.
- El dinero de caja o efectivo en los bancos coincidente con las aportaciones de los socios.
- Aportaciones en especie especificando su naturaleza.
Características del balance de apertura
Un balance de apertura incluye de forma obligatoria y para que tenga sentido, el saldo final con el que se cerró el ejercicio anterior. Este saldo se habrá extraído tras implementar los ajustes necesarios del cierre de año según los parámetros del Plan General Contable.
El saldo final o de cierre se convierte por lo tanto, de forma inmediata en el balance de apertura del próximo ejercicio. Habrá para tal efecto que simplemente cambiar el signo al saldo de las cuentas.
Estructura del balance de apertura
En forma, un balance de apertura tendrá la misma estructura que el resto de balances contables de una empresa:
Activo
Activo no corriente
Activo corriente
TOTAL Saldo de Activos Ajustados
Patrimonio Neto
Pasivo a largo plazo
Pasivo a corto plazo
TOTAL P. Neto + Saldo de Pasivos Ajustados
El balance de apertura arroja mayor detalle de datos para tener en cuenta en la partida del ejercicio.
El asiento de apertura
Todo año y ejercicio fiscal y contable se abrirá con un asiento de apertura y se cerrará con el asiento de cierre.
En el cierre deberían haber quedado a cero todas las cuentas gracias a que se han debido saldar.
En el momento de la apertura la tarea es justamente la contraria: computar al debe las que estaban en el haber y en el haber las que estaban en el debe. Esta es la fórmula correcta para mover los saldos contables de un balance de cierre a un balance de apertura.
This post is also available in: Spanish