Balance de situación
El balance de situación es el documento contable que refleja la situación financiera y patrimonial de dicha empresa en el momento de realizarlo. También podría definirse como un informe financiero que refleja la situación económica y patrimonial de la empresa en una fecha determinada.
Dada su naturaleza, un balance aporta una imagen fija de la situación empresarial, por lo que si se desea obtener una aproximación a la evolución de la empresa a través de esta herramienta económica es recomendable comparar los balances realizados en diversos ejercicios consecutivos.
El balance de situación nos facilita información básica de la empresa en un solo documento y a primera vista, como qué inversiones tiene, cuanto nos deben los clientes, las deudas pendientes o la tesorería de la sociedad.
Como es lógico, la suma de activo tiene que dar el mismo resultado que la suma de pasivo más patrimonio neto (también denominados fondos propios), de manera que ambas partidas del balance cuadren, pues en otro caso estaría incorrectamente formulado y en consecuencia no reflejaría la realidad de la empresa.
El balance de situación, junto con el balance de sumas y saldos, los estados financieros de la empresa y la cuenta de explotación o cuenta de pérdidas y ganancias, forman las cuentas anuales de la empresa que, anualmente, hay que depositar en el registro mercantil.
Hay que tener en cuenta que, el balance de situación debe corresponderse con el resultado de llevar las operaciones de la cuenta de explotación del ejercicio sobre el balance de apertura, que será el de cierre del ejercicio anterior.
También es necesario legalizar los libros contables, entre los que se incluyen el libro diario y el mayor contable de la sociedad.
Para completar los elementos a tener en cuenta para tener una imagen fiel de una empresa y con ello poder tomar decisiones, podríamos añadir la balanza comercial así como la balanza de pagos, aunque estos no son elementos requeridos contable ni mercantilmente como obligatorios.
¿Cuáles son los elementos que tiene que comprender el balance?
El balance tiene activo, pasivo y patrimonio neto, y cada uno de ellos, a su vez, tiene subdivisiones.
El activo corriente comprenderá:
Los activos vinculados al ciclo normal de explotación que la empresa espera vender, consumir o realizar en el transcurso del mismo.
Con carácter general, el ciclo normal de explotación no excederá de un año. A estos efectos se entiende por ciclo normal de explotación, el periodo de tiempo que transcurre entre la adquisición de los activos que se incorporan al proceso productivo y la realización de los productos en forma de efectivo o equivalentes al efectivo. Cuando el ciclo normal de explotación no resulte claramente identificable, se asumirá que es de un año.
Aquellos activos, diferentes de los citados en el inciso anterior, cuyo vencimiento, enajenación o realización se espera que se produzca en el corto plazo, es decir, en el plazo máximo de un año, contado a partir de la fecha de cierre del ejercicio. En consecuencia, los activos financieros no corrientes se reclasificarán en corrientes en la parte que corresponda.
Los activos financieros clasificados como mantenidos para negociar, excepto los derivados financieros cuyo plazo de liquidación sea superior a un año.
El efectivo y otros activos líquidos equivalentes, cuya utilización no esté restringida, para ser intercambiados o usados para cancelar un pasivo al menos dentro del año siguiente a la fecha de cierre del ejercicio.
Los demás elementos del activo se clasificarán como no corrientes.
En cuanto al pasivo, tenemos igualmente pasivo corriente y no corriente.
En el pasivo corriente
Las obligaciones vinculadas al ciclo normal de explotación que la empresa espera liquidar en el transcurso de este.
Las obligaciones cuyo vencimiento o extinción se espera que se produzca en el corto plazo, es decir, en el plazo máximo de un año, contado a partir de la fecha de cierre del ejercicio; en particular, aquellas obligaciones para las cuales la empresa no disponga de un derecho incondicional a diferir su pago en dicho plazo. En consecuencia, los pasivos no corrientes se reclasificarán en corrientes en la parte que corresponda.
Los pasivos financieros clasificados como mantenidos para negociar, excepto los derivados financieros cuyo plazo de liquidación sea superior a un año.
Los demás elementos del pasivo se clasificarán como no corrientes.
Por su parte, el patrimonio neto, que constituye los fondos propios de la sociedad, reflejará elementos como el capital de la empresa, las reservas (todas ellas, las reservas voluntarias, reservas indisponibles, etc) y el resultado del ejercicio.
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