¿Deben darse de alta los autónomos en la Seguridad Social para facturar?

Para poder emitir facturas como autónomo es necesario darse de alta en la Seguridad Social y Hacienda. Seguridad Social: La cuota que deben pagar los autónomos sobre la base mínima de cotización (875,70 €) es de 261,83€. Por otro lado, si cumples los requisitos, puedes acogerte a las tarifas bonificadas para autónomos, sin embargo, no siempre es posible y la situación puede llegar a parecer surrealista si prevemos que podemos llegar a final de mes con saldo negativo. Hacienda: Darse de alta en hacienda no tiene ningún coste y tan solo requiere presentar el modelo 036 o 037.

¿Si no cumplo los dos requisitos estoy dentro de la economía sumergida?

No exactamente, la Seguridad Social establece que es obligatorio darse de alta en caso de ejercer una actividad económica a título lucrativo de forma habitual, personal y directa, sin estar sujeto a un contrato laboral. Sin embargo, no todo está dictado en cuanto a la normativa de la Seguridad Social. Algunos administradores de la Seguridad Social indican que si no se pueden demostrar unos ingresos superiores al Salario Mínimo Interprofesional (645,30€) no hace falta darse de alta en la Seguridad Social. No obstante, hay que estar alerta ya que otros administradores han dictaminado que sí que es necesario. Por otro lado, siempre que se quiere emitir una factura es necesario darse de alta en Hacienda con el modelo 036 o 037. Si estás llevando a cabo »operaciones sencillas» debes tener en cuenta que el objetivo principal de Hacienda es que todos los ingresos queden declarados, incluyendo el tipo de IVA y el IRPF que el cliente declarará en nuestro nombre. También debes saber que algunas empresas (pocas) piden el certificado de contratistas y subcontratistas a los freelance con los que colaboran, certificado que podrás obtener presentando el modelo 036.

Entonces, ¿Qué alternativas tengo?

Hay varias caminos que puedes tomar dependiendo de tu situación personal y profesional, sin embargo, cada una tiene sus riesgos: Contrato laboral: Cuando tu volumen de negocio como autónomo se encuentra concentrado en un único cliente, puedes intentar convencerlo para que te haga un contrato laboral por obra y servicio. Verás que tienes que renunciar a una parte de tus ingresos para que la empresa pague a la Seguridad Social, no obstante puede salirte más rentable que pagar la cuota mínima de autónomo. Darse de alta en cuotas bonificadas: Si cumples los requisitos de alguna de las cuotas bonificadas para autónomos (Tarifa plana de 50 euros, Bonificación del 50%…), deberías estudiar esta posibilidad. Puede ser de gran ayuda durante esos meses en los que tu volumen de facturación es más bajo. Pero aprovecha, estas cuotas suelen fecha de caducidad y no podrás disponer de ellas siempre. Darse de alta periódicamente: Puedes concentrar las facturas y darte de alta solo unos meses. Ten en cuenta que el objeto de las facturas no puede hacer referencia a las fechas, y para ir sobre seguro, no deberías facturar por encima de 8.900€ anuales aproximadamente. Facturar a través de un tercero: Es aconsejable que sea una persona o empresa de confianza para evitar mal entendidos, probablemente un tercero desconocido te pida algún tipo de compensación económica. Alta en Hacienda: Si no superas el límite del SMI (645,30€), puedes facturar con tu NIF sin darte de alta en la Seguridad Social. Sin embargo, ten en cuenta que corres un ligero riesgo ya que algunos administradores no apoyan esta práctica. Aún correrás menos riesgo si tu actividad como freelance figura como actividad secundaria, de este modo cotizarás en la Seguridad Social en Régimen General y tu situación como autónomo quedará más »maquillada». Cobrar en negro: Probablemente es la opción con la que corres un riesgo mayor. Si tu actividad es puntual, con un volumen de negocio bajo y no haces publicidad, es muy difícil que te localicen. Sin embargo, el riesgo está ahí, piensa en ello.

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