Secretos de una presentación exitosa para Pymes

Como responsable, gestor, CEO o propietario de una pyme, a lo largo de tu vida tendrás que hacer muchas presentaciones. Presentaciones de todo tipo y ante muchos receptores diferentes. Tendrás que elaborar y defender presentaciones comerciales para conseguir ventas, presentaciones técnicas para asuntos del propio funcionamiento de la empresa o incluso, formatos quizás algo nuevo para posibles inversores. Sea como sea, tus presentaciones son a través de lo que te conocerán y sabrán más de tu negocio. Por eso, debes asegurarte de que siempre, tanto en forma como en contenido, sea una presentación exitosa. No puedes dejar nada al azar, debes ponerte a ello desde el principio y obviar ya la época de presentaciones de baja calidad. Pero si de algo debes huir es de hacer presentaciones tediosas y pesadas. Ya estamos en otra era y debes destacar porque si no, otro vendrá antes o después a ocupar tu sitio, tu venta o llevarse la inversión que era para ti. Por todo, debes trabajar sobre el objetivo de hacer presentación exitosa para tu pyme.

Contenido de la presentación de mi pyme

Cuando leas muchos post sobre presentaciones exitosas, inmediatamente verás que comienzan a hablar sobre lo que debes o no hacer durante la misma. Nosotros vamos a empezar un poco más atrás. Es fundamental lo que vas a contar. Tener bien claro el contenido de la presentación es el primer paso. El cómo lo vas a contar vendrá después pero si no sabes qué decir, no podemos avanzar. Identifica tus receptores, tu audiencia: un posible cliente, un futuro inversor, quizás un proveedor o una comunidad de usuarios. ¿Quién es? ¿Lo tienes? Perfecto, una vez que ya tienes claro a quién le hablarás con tu presentación, puedes buscar el contenido que deseas transmitirle. ¿De qué le quieres hablar? Si es una presentación comercial todo tratará sobre el servicio o producto que deseas vender. En cambio, si te diriges a un inversor, estos quieren saber otras cosas totalmente diferentes de tu compañía. Si el caso es que te vas a dirigir a tu comunidad de usuarios, también tendrás que ofrecer otros datos. Todo se basará en datos y documentación de tu marca que necesitas recopilar, ordenar y categorizar. Si no, será empezar la casa por el tejado y jamás podrás poner las cosas en línea. Busca todo lo que pueda servirte y lo que no tengas, constrúyelo y intenta conseguirlo y, cuando tengas todo encima de la mesa o en el ordenador (como prefieras y sea más cómodo para ti), entonces dedícate a desglosar el Índice de tu presentación. Es el esqueleto y te ayudará mucho a poder ir ordenando ideas para lanzarlas en el momento adecuado y con el ritmo que necesitas.

Formato de tu presentación

Este es otro punto importante. Ya quedaron atrás hace mucho tiempo o así debería ser, las presentaciones que lejos de interesar, causaban sueño en la primera diapositiva. Intenta ser diferente y sobre todo… ¡Sorprender! Ahí está tu oportunidad. Piensa, dependiendo de factores como el público objetivo, el lugar de escenificación y los recursos, de qué manera puedes hacer una presentación atractiva, que cause efecto, que cubra las necesidades de información y que sea recordada positivamente. Ese es tu trabajo para conseguir que sea una presentación de éxito y tu pyme salga triunfante. En la medida de lo que puedas, obvia el Power Point. Si, sabemos que es lo más conocido pero no siempre es lo mejor. Hoy por hoy tienes herramientas mucho más potentes y que te harán quedar mejor. Prezi es una de ellas, podrás hacer muchas más cosas y siempre, en cualquier punto, te permite exportar al seguro Power Point. Una vez que tengas elegido el formato, ordenada la documentación y sepas el tiempo disponible que tienes para proyectarla (entérate de esto, lo necesitarás controlar) es el momento de hacer el montaje.

La maqueta de tu presentación exitosa

No escatimes en trabajar una maqueta porque el diseño cuenta. Tanto si es algo sobrio absolutamente como una presentación que permite más creatividad, desarrolla una maqueta sobre la que irá todo el documento. No olvides jamás elementos fundamentales como tus colores corporativos, el logotipo, la tipografía habitual o poner el título de la ponencia, el tema y la fecha. Las maquetas, pues son un mundo muy amplio pero de nuevo piensa quién estará viéndola. Tu objetivo es que durante toda la presentación los asistentes no quiten ojo ni de la proyección del soporte visual (el documento en sí mismo) ni sobre ti. Que les interese tanto todo lo que cuentas, que no sepan donde mirar y estén atónitos. Incluye movimiento, algún video, música si así consideras que te ayudará en un momento puntual para reavivar el asunto… Todo siempre con un buen equilibrio y armonía.

El día de la presentación

Es el día clave en el que te lo juegas todo en unos pocos minutos. Todo tu trabajo de semanas o incluso meses puede verse recompensado si expones bien o, por el contrario, habrá sido en vano si te sale mal. Así que, más vale dedicar tiempo a esto también y no dejar nada a la improvisación:

• Ensayar. Aunque parezca que no, es super positivo. Yo personalmente no era de hacerlo pero es cierto que ahora que lo hago, el día D me siento más segura y tranquila. Ensaya como y con quién estés más tranquilo. Yo por ejemplo lo hago sola y a veces, me grabo o me miro al espejo. Me gusta ver mis expresiones en cada parte de la presentación porque el lenguaje corporal es muy importante.
• Aprendértelo de memoria. En este punto habrá disparidad de opiniones. Hay quien considera que es mejor pero yo personalmente defiendo que no. Es tu proyecto, tu trabajo, lo conoces bien… No necesitas aprenderte nada que ya no sepas. Si llevas algo memorizado y lo sueltas “cual loro” pueden pasar muchas cosas a cada cual peor: Que se nota que lo llevas en la cabeza con puntos y coma y quede super frío y poco natural; que por querer hacerlo tal cual lo tienes memorizado, se te olvide, te quedes bloqueado y no sepas seguir… En este último año con Billage hemos hecho varias presentaciones y he probado las dos modalidad. En una de ellas estaba realmente nerviosa así que dejé el guión a un lado y fui yo misma, conté lo que sé y vivo de la empresa. Fue la mejor presentación que hice y resultó todo un éxito.

Tu actitud personal

• Ser tú mismo. Esta es sin duda, la clave y si puede ser, tu mejor versión. Pero esto no es solo para la presentación sino para todo en tu vida. Si eres tú mismo y tu mejor versión en ese momento, eso se transmite, llega y se percibe. Seguro que vives intensamente tu proyecto así que ponle esa pasión. Todo el mundo está cansado de escuchar lo mismo, con tonos de voz lineales que llevan a que nos durmamos. Juega con la emoción de los asistentes a través de las tuyas propias. Haz que sientan y vibren con tu empresa como tú lo haces cada día. No hay nadie mejor.
• Ropa, aseo… Imagen personal. Incluimos esto porque debe estar pero nos parece absolutamente obvio sobre todo si venimos de hablar de que debes llevar “tu mejor versión de ti mismo”. La ropa, según el escenario y los asistentes así como que debe representar a tu marca. Ve apropiado pero cómodo, que no sea un impedimento para sentirte tú, moverte libremente o cualquier otra situación incómoda. Aseo personal… Ni que decir tiene, todo excepcional y cuidado.
• Ser positivo. Esto, siempre. Piensa que todo va a ir bien, los nervios déjalos para cuando acabes pero durante la presentación, pisa fuerte, es importante tu actitud y tu cuerpo transmitirá como te sientes. Si piensas, sientes e interiorizas que todo saldrá bien… Así será y también al contrario, depende de ti.

Ahora ya tienes todas las piezas para construir la presentación exitosa para tu pyme. No te dejes nada atrás y para asegurarte que haces todas las tareas en tiempo y forma, puedes ayudarte de un Gestor de Proyectos Online como Billage. Todo quedará planificado a la perfección. ¡Pruébalo ahora gratis! Te sorprenderá.

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