La importancia de la formación para un profesional
Hace unos días en este mismo blog publicábamos una infografía con 96 términos del marketing actual, para conocer si estábamos al día sobre la materia. Los profesionales vivimos en una sociedad que cambia muy rápidamente, y, sin duda, mucho del cambio tan rápido que vivimos es debido a la integración de las tecnologías en nuestro día a día, Internet, los teléfonos móviles o las Redes Sociales son algunos ejemplos de la rápida evolución que nuestro desarrollo profesional debe afrontar. Por ello hemos de ser conscientes de la importancia que la formación constante debe tener en nuestra actividad profesional, no basta con conocer algunas de las materias profesionales que necesitamos actualmente o que necesitaremos en un futuro próximo o lejano, hay que saber elegir en cuales de ellas tenemos que ser expertos, para poder afrontar con garantías nuestro futuro. La formación a lo largo de la vida, ya no solo debe ser un eslogan que la Unión Europea acuñó hace unos años, ha de ser una forma de vida, o disponemos de la mejor formación en todas aquellas materias que necesitamos o el mercado nos expulsará más pronto que tarde. El punto de partida para una buena elección de la formación que debemos afrontar será, sin duda, el objetivo profesional que tengamos, y aquí nos topamos con el primer problema a solventar, hay un número elevado de profesionales que no tienen los objetivos profesionales a medio y largo plazo claramente definidos. Sin objetivos es difícil desarrollar una estrategia de aprendizaje adecuada, ya que a la pregunta ¿qué formación es la más adecuada?, no podremos dar una respuesta clara, ya que la formación deberá ser la más adecuada para la consecución de los objetivos marcados. No podremos saber en qué formarnos si no sabemos qué necesitamos, a veces es bueno “despegarnos” un poco de la vorágine del día a día y reflexionar hacia donde debemos encaminar nuestro futuro profesional, de lo contrario cometeremos mucho errores, alguno de los cuales podrá ser lo suficientemente importante para que el mercado no nos encuentre lo suficientemente interesantes.
El proceso del aprendizaje
Para elegir lo más correctamente posible la formación que debemos acometer, es imprescindible conocer cuales son los procesos del aprendizaje de las personas, ya que ello nos permitirá seleccionar la formación más adecuada para nuestros objetivos. Existen muchas teorías sobre procesos de aprendizaje, en este post voy a comentar dos de las más relevantes, la de Benjamin Bloom que fue un psicólogo y pedagogo estadounidense muy conocido por haber desarrollado la taxonomía de los objetivos de la educación. En ella se hablan de 6 niveles en el proceso de aprendizaje, que de manera ascendente son:
- Conocimiento: recuerdo de materiales previamente aprendidos.
- Comprensión: entendimiento demostrativo de hechos e ideas.
- Aplicación: resolución de problemas con el conocimiento adquirido.
- Análisis: examen/discriminación de información identificando motivos o causas.
- Síntesis: creación de algo nuevo combinando diversos conocimientos.
- Evaluación: presentación y defensa de opiniones juzgando la información.
Es evidente que no en todo nuestro aprendizaje debemos llegar a las etapas superiores, a la hora de elegir la formación debemos ser conscientes de que el curso que elegimos debe cubrir el nivel que necesitamos de cada materia, de lo contrario podemos elegir una formación escasa o excesiva para nuestras necesidades. La segunda teoría que es interesante conocer es la del psiquiatra estadounidense William Glasser, que desarrollo una teoría de causa y efecto para explicar el comportamiento humano y en la que explica lo que aprendemos, algunos de los datos que se obtienen de la teoría de Glasser son:
- Aprendemos el 10 por ciento de los que leemos.
- El 20% de lo que oímos.
- El 30% de lo que vemos.
- El 50% de lo que vemos y oímos.
- El 70% de lo que discutimos con otras personas.
- El 80% de lo que probamos.
- El 95% de lo que enseñamos a otros.
Si hacemos caso a esta teoría (muy extendida) nos damos cuenta que la mejor forma de aprender es enseñar, de ahí la importancia que tiene que un profesional cuente entre sus actividades habituales la de la formación, ya que mejora de manera ostensible el propio aprendizaje. Debemos utilizar la teoría de Glasser para ser más selectivos a la hora de seleccionar que curso hacemos, en que entidad, que formador imparte la materia, y qué recursos didácticos se utilizan, ya que de lo contrario la inversión económica y de tiempo en nuestra formación podrá fracasar.
La importancia de una buena elección de la formación reglada
Por desgracia, cuando tenemos que elegir qué estudiar somos tan jóvenes y tenemos tan poca experiencia que es difícil tener el criterio adecuado para hacer la elección más adecuada. El sistema educativo y el entorno familiar tendrían que evolucionar de la manera adecuada para que dicha elección sea la más adecuada para el futuro profesional del estudiante, ya que una mala elección será arrastrada a lo largo de la vida. Debieran crearse cauces de asesoramiento personal para adaptar con criterios adecuados la elección de cada estudiante a sus gustos y capacidades, si por ello olvidarse de un correcto análisis de perspectivas de futuro de cada una de las profesiones. Padres y educadores debieran ir de la mano para ayudar a los futuros profesionales a hacer la elección más adecuada para cada persona, y sabiendo que es una labor muy difícil hay que realizarla, ya que de lo contrario nos vamos a encontrar con profesionales que no están en el lugar adecuado y que a mitad de camino querrán cambiar de rumbo.
Formación formal e informal
Se puede aprender de varias maneras, una clasificación sencilla de modelos de aprendizaje podría ser:
- Aprendizaje formal: proceso de aprendizaje más tradicional, que se basa en realizar acciones de formación más o menos establecidas en cursos con un horario, duración y materia cerrados.
- Aprendizaje informal: es el proceso de aprendizaje que llevamos a cabo a diario por el mero hecho de vivir, podemos aprender de una reunión de trabajo (o de vecinos), de una conversación escuchada en el autobús o una sala de espera, de un artículo de un blog, de un libro, de un programa de televisión o de radio, … y que en general cuantitativamente es mayor que el aprendizaje formal. Si vamos atrás unos “pocos” años, ¿cómo aprendimos nuestro idioma materno? ¿lo hicimos con un libro de gramática o de manera informal?
Resulta evidente que lo más adecuado es hacer un buen mix de formación formal e informal. Hemos de realizar la mejor selección de formación formal para nuestros objetivos profesionales, a lo que deberemos de sumar una estrategia de formación informal para complementar la anterior. Hoy en día Internet y los Medios Sociales nos permiten poder afrontar nuestro aprendizaje informal de una manera extraordinaria, en Internet y los medios vamos a encontrar los materiales y de las personas de las que aprender, lo que resulta más complicado es saber enfocar nuestro aprendizaje informal, ya que no estamos acostumbrados a realizarlo, si somos capaces de conseguirlo conseguiremos optimizar nuestro proceso formativo y por ello mejorar claramente nuestra actividad profesional diaria.
10 consejos para optimizar nuestra formación a lo largo de la vida
Para terminar os dejamos con 10 consejos para poder optimizar la formación que todo profesional necesita para poder desempeñar su trabajo de la mejor manera posible:
- Hemos de tener unos objetivos profesionales claros y perfectamente definidos, de ellos obtendremos en cada momento la formación que más se adecúe para conseguirlos.
- Hay que realizar una correcta mezcla de formación transversal (idiomas, informáticas, …) y formación específica que cubran todas nuestras necesidades.
- Si conocemos las teorías del aprendizaje con cierta profundidad, seremos capaces de hacer una mejor selección de empresas de formación, contenidos, medios didácticos y formadores para conseguir optimizar el dinero y tiempo invertidos para formarnos.
- Hay que hacer un buen mix de formación formal e informal, ya que de lo contrario no conseguiríamos la mejor formación posible para nuestro objetivos.
- Si piensas que la formación es un gasto, no es un buen punto de partida, la formación es, sin duda, una de las mejores INVERSIONES que todo profesional puede realizar.
- Hay que destinar parte de la formación a la consecución de la creación de una Marca Personal Profesional que nos permita tener visibilidad y conseguir resultar lo suficientemente interesantes para conseguir que el trabajo nos “venga a buscar”.
- No hay que olvidarse de disponer de un apartado de formación en tecnologías, ya que en la actualidad en uso de ellas es imprescindible para la gran mayoría de los profesionales, un mal uso de las mismas puede dar al traste con muchas oportunidades.
- Hay ocasiones que es difícil acceder a formación presencial por motivos de horarios o viajes, hay que recordar que existen formatos de formación que no requieren un horario determinado o una presencia física, un ejemplo es el eLearning, pero hay que elegir muy bien este tipo de formación, siempre hemos de buscar la calidad de la misma.
- No hay que olvidarse que la formación hay que desarrollarla a lo largo de toda la vida profesional, e incluso más allá de la misma.
- No te olvides, de vez en cuando de analizar los objetivos y la estrategia de formación y adaptarla a las nuevas necesidades o cambios que se vayan produciendo.
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