¿Cuáles son las habilidades directivas más necesarias?
Disponer de habilidades directivas cada día son mayor preocupación para empresarios, pero también para trabajadores, ya que un jefe que no sabe dirigir es contraproducente tanto para la empresa y sus dueños como para los trabajadores, que trabajarán incómodos y en un entorno de incomprensión e insatisfacción. Cuando hablamos de habilidades directivas a todos nos vienen a la cabeza varios elementos que pueden considerarse como tales, pero ¿cuales son las habilidades directivas más relevantes? Gestión de equipos: una empresa no es su directivo o son sus máquinas, una empresa es su personal y por ello es fundamental que quien se encuentra a la cabeza de la empresa sepa cómo tratar, atender y gestionar a todas esas personas que llevan a la empresa al éxito. Existen departamentos de Recursos Humanos que se dedican a esto, pero de cualquier modo el directivo debe saber hacerlo y saber gestionar a las personas claves para su negocio. Autoconocimiento: para saber a donde quieres llevar la empresa y el negocio, lo primero que debemos saber y tener claro es quienes somos y como somos. Si no nos conocemos a nosotros mismos, nuestras limitaciones y nuestros puntos fuertes, es difícil guiar a toda una empresa. Visión estratégica: un directivo debe ser capaz de saber donde está la empresa, donde quiere ir, y cuales son las vías u opciones que, en función de las circunstancias y la evolución de los acontecimientos se le presentan. Pensar en el hoy, pero también en el mañana y saber ver una oportunidad cuando se le pone delante.
Liderazgo: para dirigir hay que tener un equipo, y para que el equipo funcione y responda adecuadamente debe tener un líder y un portavoz. El liderazgo y la capacidad de llevar consigo al equipo es necesario para poder dirigir debidamente. De nada sirve una persona que toma las decisiones correctas si no es capaz de convencer a su equipo de su necesidad y de que no se resistan a implementarlas. Capacidad para captar información: la información es poder, y disponer de la información en la empresa no es suficiente, sino que el directivo tiene que ser capaz de captarla, de alimentarse de ella. No sirve de nada realizar un estudio de mercado sobre qué quieren los consumidores si quien decide el próximo producto a lanzar no le ha prestado atención. Supervisión y control: dentro de las funciones elementales de un directivo está liderar un equipo o departamento, y para ello es necesario saber controlar y supervisar el trabajo que se desarrolla en él. Por supuesto, y como no puede ser de otro modo, para controlar y supervisar algo, has de conocerlo, por lo que no tiene cabida un director de departamento que no tiene la menor idea del trabajo que lleva a cabo su propio departamento. Conocimiento del negocio: para saber dirigir algo, es fundamental saber cómo funciona y su sistema de trabajo. En caso contrario, es inevitable fracasar pues las decisiones no se adaptarán a la realidad de la empresa y de su funcionamiento. No es necesario conocer detallada y pormenorizadamente cada detalle de un proceso productivo, pero si al menos los términos generales y dejarse asesorar por quien conoce todos esos detalles. Comunicación: el directivo es el representante de la empresa, es el máximo responsable de la toma de decisiones, pero también de la imagen de la empresa, tanto de cara a clientes como a proveedores. Por ello, es fundamental para un buen directivo saber comunicarse y transmitir la información a terceras personas. Negociación: como no puede ser de otro modo, la capacidad negociadora entra en juego también en los cargos directivos. Ha de ser capaz de mantener una negociación tanto de cara al exterior de la empresa como, en ocasiones, dentro de la propia empresa. Gestión de proyectos: pese a que existan personas encargadas de implementar y poner en práctica los proyectos de la empresa en cada línea de productos o servicios, un buen directivo tiene que ser capaz de poder gestionar un proyecto como si del propio project manager del mismo se tratara. Inteligencia emocional: saber controlar y manejar determinadas emociones y sensaciones, tanto propias como del equipo, es fundamental para no perder el control. La motivación, la escucha del resto y el autocontrol son características necesarias para dirigir adecuadamente. Gestión de crisis y cambios: cuando llega un problema o hay que realizar cambios notorios, un directivo debe ser capaz de gestionarlo y no liderar la resistencia a los mismos. Crecer es evolucionar y evolucionar es cambiar y por ello quien está a la cabeza no sólo debe soportar el cambio sino que debe liderarlo.
Y tú, ¿Qué otras habilidades directivas consideras necesarias en una empresa?
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