Activo fijo
El Activo Fijo de una compañía o empresa es un bien de la propia empresa que esta, no puede liquidar ni convertir en efectivo. Es decir, es un bien que no se podrá vender al menos, a corto plazo ya que es un bien totalmente imprescindible y necesario para el funcionamiento de la actividad del negocio.
Estos activos son necesarios para dicha actividad y no están destinados a su venta. Nadie podrá hacer uso del bien (ningún socio) para su propio beneficio ni para su venta – conversión en líquido (dinero).
Algunos activos fijos habituales y comunes son los bienes inmuebles (el local donde se realiza la actividad), la maquinaria de trabajo, el material de oficina (ordenadores, teléfonos), etc. También estarán incluidos en este activo fijo las inversiones en acciones, los valores y bonos emitidos por empresas afiliadas, etc.
Los bienes activos están recogidos como tales en el balance de situación de la empresa.
Clasificación de los activos fijos
Tangible: El activo fijo tangible será aquel que se puede tocar, que es físico y material. El local sobre el que está ubicada la tienda, los ordenadores de trabajo, los coches de comercial, etc.
Intangible: Aquellos que no son físicos sino más etéreos pero que igualmente son imprescindibles para poder realizar la actividad de la empresa. Las patentes, los derechos literarios, programas de informática, etc.
Inversiones: Todas aquellas inversiones que la empresa realice con sus reservas en otras compañías.
Gastos amortizables: Aquellos gastos que se amortizarán durante varios años desde su desembolso. Gastos realizados para la adquisición de bienes materiales necesarios para la actividad del negocio.
Vida útil de un activo fijo
Uno de los puntos más importantes a tener en cuenta de un activo fijo es su vida útil. Como herramienta de trabajo para el desempeño de la actividad, tendrá una vida tras la cual, habrá que descartarlo y reponerlo con su directa re-inversión a realizar.
La vida útil dependerá de la empresa y de cuánto quiera mantenerlo activo (funcionando). Cuando ya no sea útil y se quiera descartar, existirán dos opciones para incluir el movimiento en la contabilidad de la empresa:
- Dar de baja el activo fijo
- Vender el activo fijo.
Para convertir el activo fijo en efectivo habrá que realizar una lenta, tediosa y compleja acción en la que los socios deberán estar de acuerdo.
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