Heber Longás, de Fundamentium: «Ya no podría vivir sin billage»
Heber Longás es biólogo y bioquímico, pero… a lo que se dedica es a crear infografías. Desde su empresa, Fundamentium, trabaja para todo tipo de medios de comunicación y centros de investigación. Está, como él mismo nos dice, hiperespecializado en un sector muy concreto: es el infografista de la ciencia y la medicina.
¿Qué caminos llevan a un científico a convertirse en infografista?
Siempre me ha gustado dibujar, y en las carreras de Biología y Bioquímica hacía dibujos y esquemas visuales para entender mejor lo que estudiaba. Pronto pensé: «si las imágenes me ayudan a entender mejor la ciencia, ¿por qué no a los demás también?».
Entonces acudí a la facultad de Periodismo, donde me enamoré de la infografía, que era justo lo que estaba buscando: explicar temas complejos de una forma atractiva, clara y visual, combinando mi pasión por el dibujo con mi pasión por la ciencia. Y de esta idea nació Fundamentium.
¿Solo temas científicos, entonces?
Sí, estoy hiperespecializado: solo hago infografías y solo de ciencia y medicina. Mis potenciales clientes me identifican enseguida como el especialista al que acudir cuando necesitan una infografía científica. Estar muy especializado es algo que recomiendo a cualquier negocio. El que pretende ayudar a todo el mundo no ayuda a nadie.
¿Es posible hacer entender un tema complejo o despertar el interés del público profano con una infografía?
¡Claro! Cuando ves una infografía atractiva, te apetece leerla. Ya no te planteas cosas como «este parece un tema complicado». Simplemente, te llama.
En los últimos meses, ¿todo es covid-19 o hay vida más allá de la pandemia?
Está claro que 2020 ha sido el año de las infografías sobre covid-19: vacunas, medidas de protección de clínicas, ensayos clínicos para validar tratamientos… Pero la ciencia sigue avanzando en otros campos, y también he explicado muchas otras innovaciones en el campo de la oncología, la inmunoterapia, el tratamiento de hiperplasia de próstata, el virus del papiloma humano…
¿Cómo te ayuda billage en tu día a día?
Lo uso prácticamente para todo. Gestiono facturas emitidas, gastos, gestión de proyectos que aún no se han confirmado, hago seguimiento de clientes, almaceno contactos, envío gastos e ingresos a mi gestora para que se encargue de las declaraciones de impuestos… Y contabilizo las horas que dedico a cada proyecto y a las tareas administrativas y de marketing. Ahora mismo, billage está contabilizando el tiempo que estoy dedicando a esta entrevista. Siempre sé el tiempo que he dedicado a cada cosa y eso me ayuda mucho a ser más productivo y a organizarme mejor.
¿Cómo gestionabas el negocio antes de billage?
A mi manera, con un montón de Excels… pero pronto vi que no era posible seguir con aquel galimatías. Empezaba a liarme yo mismo y a invertir mucho tiempo en saber dónde estaban las cosas. A medida que el sistema crece, es imperativo tenerlo bien organizado, sin parches. Empecé con billage en diciembre de 2018 y ya no podría vivir sin él.
¡Ese es un bonito piropo!
Es que es cierto. Antes lo tenía todo fragmentado, desconectado, desordenado… No tenía una visión global de mi negocio. Billage me la ha dado, y lo valoro mucho. He ganado en organización y en paz mental. Eso me permite atender mejor a mis clientes. Si un cliente te ha pedido un presupuesto y le haces el seguimiento cuando corresponde, le estás atendiendo bien. Si se te olvida, porque tu gestión es un caos improvisado, no le estás prestando un buen servicio.
Con el caos que tenías, ¿te fue muy difícil poner en marcha el programa?
Tardé un poco, pero con el soporte técnico en seguida vi que se trata de importar unos pocos Excels con clientes, contactos, proveedores, facturas… y en un día de trabajo lo tienes en marcha. Luego vas añadiendo funcionalidades, y lo vas haciendo a tu ritmo, según lo vas necesitando.
¿Nos das tu fórmula secreta para convertirte en un emprendedor de éxito?
¡Ojalá existiese! Lo que no debes perder de vista es debes resolver un problema que alguien tenga. Si tu producto es una maravilla pero no resuelve un problema, estás perdido. Nada de encerrarse y diseñar un producto perfecto tú solo, sin hablar con nadie. Corres el riesgo de que nadie lo necesite ni lo quiera. Empieza ayudando a un cliente, luego a otro… Y ya irás creciendo, optimizando y mejorando tu producto o servicio.
Y, desde luego, es importante ser bueno en lo que haces, pero no es suficiente. Estudia marketing y gestión de negocios. No hace falta que hagas un máster o una carrera universitaria. Pero lee y aprende de quien puedas. Porque si eres un gran profesional pero no sabes venderte, no te servirá de mucho.
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